Mara Saiz siempre se ha considerado una fotógrafa de luz natural, hasta que probó el Profoto A1, que cambió totalmente su manera de entender la luz artificial.
A día de hoy todavía recuerdo la primera llamada que recibí de Profoto para unirme a su gran familia de la luz. Recuerdo también que en esa época trabajaba única y exclusivamente con luz natural y me negaba rotundamente a incorporar luz artificial a mis fotografías porque estaba segura de que perderían la magia o la esencia que las caracterizaba. Cuando hoy pienso en ello, creo que tenía una especie de fobia a las palabras "flash" y "luz artificial", tal vez porque siempre las había asociado con un tipo de fotografía que yo no trabajaba, como la publicidad o la moda.
Desde que probé el A1, no ha salido de mi mochila. Y ahora, también el B2, se ha convertido en imprescindible en mis producciones en exteriores.
Cuanto más trabajo con iluminación Profoto, más consciente soy de que la palabra "artificial" no define en absoluto la luz que ofrece. Yo prefiero llamarla "mi luz creada", pues tiene una calidad y una presencia que es como un pequeño sol que puedes mover y graduar a tu antojo.
A parte de esta calidad de luz tan única y característica, destacaría dos puntos más: su fácil y ligera portabilidad y la increíble sencillez de manejo. Confieso también que soy alérgica a los manuales de instrucciones y a los menús y submenús infinitos. Por eso siento que Profoto a veces está diseñado para mí.
Cuando puedo trabajar con tiempo y la producción requiere un especial protagonismo de la piel, no puede faltar en mi equipo mi bolsa con el B2 y el OCF Beauty Dish.
La textura de la piel, la viveza del color y el catch en la mirada de mis modelos, son tres aspectos que destaco por encima de todo, y el OCF Beauty Dish de Profoto los realza de una forma maravillosa.
Desde que trabajo con el B2 con el OCF Beauty Dish, estoy tranquila y relajada, porque sé que no dependo de las condiciones climáticas y que mis pieles siempre van a tener el acabado que espero.
Es muy ligero, súper fácil de montar y apenas ocupa espacio, con lo que su uso en interiores es totalmente viable.
