Martin Botvidsson, fotógrafo de producto, sabe lo que distingue una buena foto de producto de una excelente: captar ese momento exacto en el que todo encaja a la perfección. Aquí le acompañamos en su viaje paso a paso con el Profoto Pro-D3 para descubrir su velocidad implacable, potencia constante y oportunidades ilimitadas.
Cuando se trata de iluminación, el fotógrafo de producto y gastronomía, Martin Botvidsson, tiene una prioridad absoluta: la velocidad. Y cuanta más, mejor. Tanto si se trata de capturar una salpicadura de agua como de una bocanada de humo, se necesita un tiempo de reciclado corto y una potencia constante. «Tienes menos de un segundo para hacer cada foto cuando hay acción», afirma, y por eso estaba encantado de probar el Profoto Pro-D3, el todoterreno del estudio con hasta 1250 Ws. Utilizó este flash compacto superrápido para crear cuatro fotos dinámicas que ponen de manifiesto los superpoderes del Pro-D3.
Captar el ambiente
«Para mí, la fotografía de producto es una combinación de técnicas de iluminación bonitas y acción», afirma Botvidsson. «Se trata de flexibilidad creativa, fiabilidad y consistencia». Para esta sesión, utilizó varios Pro-D3 con diferentes configuraciones a fin de crear determinados ambientes, desde suaves y tranquilos, a atrevidos y llamativos.
Solo un instante
En cuanto al color, a Botvidsson le encantan los looks monocromáticos con luz suave y difusa, como vemos en una de sus imágenes en la que la arena flota alrededor de una zapatilla beige. «Este estilo es muy yo», reconoce. Utilizando dos Pro-D3, disparó a través de un gran rollo de papel difusor, mientras su asistente sostenía un Pro-D3 en lo alto con una ventana OCF 2x3' Rectangular. La velocidad del tiempo de reciclaje permitió a Botvidsson capturar la arena en el aire antes de que cayera al suelo. «Solo tenía que disparar», afirma sobre cómo usó el Pro-D3. «Pude conseguir muchas más fotos que con cualquier otro flash compacto».
Velocidad extrema
«El Pro-D3 es capaz de congelar la acción a un 1/75.000 de segundo», señala Botvidsson. Por eso pudo captar perfectamente en sus fotos las salpicaduras de agua alrededor de tres recipientes cilíndricos. «Difundimos la luz hacia arriba, con los productos en el centro de la imagen», explica sobre su configuración con dos Pro-D3 y dos ventanas RFi 1x6' Strip. «Golpeamos el agua desde debajo de los cilindros para que salpicase hacia arriba, lo cual duró una fracción de segundo. Gracias a la rapidez del tiempo de reciclaje, pudimos obtener muchas imágenes entre las que elegir». ¿El resultado? Multitud de imágenes llamativas, claras y nítidas en las que las intrincadas gotas de agua y las ondas quedan congeladas en el tiempo.
Hasta el último detalle
Botvidsson recurrió a tres Pro-D3 para otra sesión monocromática con unas gafas de sol. «Quería resaltar todos los pequeños detalles de este producto», explica, utilizando la potente luz de modelado LED con temperatura de color luz día, para resaltar todas las características importantes antes de disparar. Esto le permitió crear luces suaves desde arriba, iluminar y definir los contornos, y añadir profundidad al fondo para equilibrar perfectamente la imagen.
Rey del drama
Botvidsson adoptó un enfoque diferente para la sesión con las gafas de sol, ya que quería infundir dramatismo a través de la transparencia del producto, pero sin una iluminación intensa. Utilizando dos Pro-D3 y un filtro difusor, creó un entorno suave para captar el instante en el que un globo de agua estallaba alrededor de las gafas. «En la mayoría de las imágenes utilicé fotografía con salpicaduras», afirma. «Es difícil captar el momento perfecto cuando se trata de acción. Pero el Pro-D3 lo hace muy fácil gracias a su rápido tiempo de reciclaje y a la consistencia de color entre flashes. Disparas en ráfaga y eliges tu favorita», por lo que cada captura es pan comido.
Botvidsson considera que el Pro-D3 marca un antes y un después gracias a su velocidad, potencia y consistencia. El equipo que utiliza Botvidsson demanda muchas exigencias, por lo que la implacable velocidad del Pro-D3 le garantizaba la toma perfecta en todo momento y le permitía inmortalizar los detalles, gracias a la rapidez de la iluminación.