Hannah demuestra que puede viajar con poco peso y sin renunciar a la creatividad en la pintoresca isla griega de Santorini, ya sea para fotografiar el exterior de una iglesia bajo un sol deslumbrante o el interior de una bodega a la luz de las velas.
Santorini, también conocida como Thira, es la mayor isla de un pequeño archipiélago circular en el sur del mar Egeo y el vestigio de una cuenca volcánica. Se trata de la más meridional de las islas Cícladas y, como cualquiera que haya pisado esta tierra puede corroborar, su belleza es indescriptible.
Hannah Couzens, fotógrafa afincada en Londres, eligió esta isla como ubicación para su sesión de fotos, por la complejidad de sus condiciones lumínicas. «Ya había visitado Santorini con anterioridad y, gracias a los amigos que hice en esa maravillosa isla, pude elegir diferentes lugares verdaderamente increíbles. Todos ofrecían un amplio abanico de posibilidades, desde exteriores con un sol radiante hasta interiores sombríos, lo que daba lugar a diferentes problemas de iluminación que debía resolver».
El estilo de Hannah
El estilo de Hannah nunca se ha visto influido por ningún fotógrafo en particular, algo poco habitual en un fotógrafo de retratos. «Aunque admiro a muchos fotógrafos, busco mi inspiración en la cinematografía de las grandes series de televisión». Dicho esto, su estilo suele basarse más en la naturaleza del lugar o de la situación.
«Cuando trabajo en retratos de estudio, me gusta mantener un estilo sencillo, sin distracciones. De esta forma, puedo establecer una conexión con mi cliente con el fin de elegir la iluminación que mejor se adapta a su persona y carácter. Cuando trabajo en exteriores, me gusta aprovechar el entorno y la luz disponible y, a partir de ahí, pienso en cómo añadir luz para crear una atmósfera determinada y sacar lo mejor del sujeto».
Una mochila llena de luz
Hannah siempre se refiere a su mochila de Profoto como «un negocio en una mochila» porque le permite llevar todo lo que puede llegar a necesitar para conseguir múltiples efectos lumínicos en cualquier lugar.
«Mi creatividad no tiene límites, gracias a la gama de flashes compactos, pequeños y con diferentes potencias que ofrece Profoto. Por eso pensé que "una mochila llena de luz" podría ser una buena forma de reflejar esa misma idea».
«De hecho, su mochila está llena de luz y de mucho más. En tan solo una mochila de Profoto, lleva: el Profoto B10, el Profoto B10 Plus, el Profoto A1X, el Air Remote TTL-S, OCF Colour Correction Gels, el A1 Gel Kit, el OCF Grid Kit, el OCF Magnum Reflector, el OCF Silver Beauty Dish, la Sony a7r III, el objetivo Sony 24-70 mm f/2.8 GM, el objetivo Sony 70-200 mm f/2.8 GM, y dos soportes Manfrotto Nanopole. (Ya puedes respirar).
«Soy bastante bajita, apenas mido 1,63. Y casi siempre trabajo en solitario, por lo que necesito un kit lo más ligero posible, de modo que esta es la mochila perfecta para mí».
Amanecer (o no)
Hannah tenía pensado comenzar a disparar al amanecer, pero lo que no tenía previsto es que el sol viniera acompañado de una espesa capa de nubes. Por suerte, su mochila contenía la solución perfecta.
Tan solo tenía que simular un amanecer, para lo cual utilizó el B10 y el A1X, ambos con geles de colores CTO. El A1X actuaría como luz principal para Maurisa, la modelo. Lo colocó entre las hojas para proyectar sombras que aportaran un efecto más natural. El B10 estaba inclinado hacia la pared para que Hannah pudiera disparar con un gran ángulo y, gracias a la calidez de geles de colores CTO, mantener una coherencia cromática en todo el encuadre.
«Me gusta disparar con una iluminación lo más precisa posible, y contar con herramientas de modelado de la luz es como disponer de los ingredientes necesarios para una receta. Puedo elegir las que necesito para crear el efecto que busco. Incorporé geles de corrección del color por si necesitaba aportar más calidez al flash, con el fin de que se asemejara a la luz solar, y todo funcionó a la perfección».
Y por fin sale el sol
Cuando la nube desapareció, Hannah se topó con otro reto, la deslumbrante luz del mediodía.
La arquitectura del lugar es prácticamente cubista. Edificios de diferentes formas y tamaños parecen abalanzarse hacia el mar, como en una cascada de bloques blancos.
Una iglesia que se alzaba sobre el océano captó su atención. Las oscuras sombras proyectadas por el sol creaban unas curiosas formas geométricas en sus blancas paredes. Y eso, precisamente, planteaba otro problema, puesto que el sol también proyectaba sombras en el rostro de Maurisa, especialmente bajo sus ojos.
«Creo que las condiciones nunca deben suponer un límite para mi creatividad. El Profoto B10 Plus, junto con el OCF Magnum, me proporcionaron la luz de relleno necesaria para suavizar estas sombras y crear una imagen verdaderamente impactante».
Del sol a una bodega
La bodega iluminada por velas presentaba una atmósfera demasiado oscura. Hannah decidió fotografiar a Maurisa bajando por las escaleras, pero para ello necesitaba la ayuda de sus flashes.
Con el fin de iluminar las escaleras con una luz tenue, Hannah recurrió al Profoto B10 Plus. Se decantó por la luz continua y ajustó la temperatura de color de forma que coincidiera con la de las velas. Dentro de la bodega, había una gran hilera de enormes barricas de vino situadas contra la pared. Para iluminarlas, Hannah utilizó el A1X con un gel de color CTO cálido, oculto en una alcoba.
Por último, necesitaba iluminar a la modelo, pero quería hacerlo de forma precisa, con el fin de evitar inundar el espacio con demasiada luz. «Aquí es cuando entran en juego las herramientas de modelado de la luz. Gracias a un Grid de 20º en un B10 auxiliar, pude concentrar la luz en Maurisa, colocando el flash lo suficientemente alejado de ella para que quedara fuera del encuadre. Ya solo faltaba disparar».
La hora azul (comienza a refrescar)
«Cuando el sol se escondió tras el horizonte, se levantó algo de viento y la pobre Maurisa empezaba a tener frio, por lo que tenía que darme prisa».
Hannah solo necesitaba un toque de luz del B10 y un OCF Silver Beauty Disc para iluminar a Maurisa ante la luz que se desvanecía y las centelleantes luces de Santorini en el fondo. Como el viento soplaba con bastante fuerza, no se atrevía a utilizar un soporte.
Por suerte, dado que el B10 es extremadamente ligero para un flash de esa potencia y que el beauty dish apenas pesa, un amigo pudo sujetar ambos con la mano sin problemas, mientras que Hannah capturaba una última y espectacular imagen en un tiempo récord.
Siempre con una solución a mano
«Me sorprendió lo mucho que pude exigir al B10 y al B10 Plus en lo que a potencia se refiere. Además, son tan compactos y ligeros que puedes colocarlos en cualquier sitio, ya sea en un soporte o incluso sujetarlos con la mano. Esto, junto con las herramientas de modelado de la luz a mi disposición, me permite ser más creativa y "pintar con la luz".
Puedo disparar en cualquier momento y en cualquier lugar, dando rienda suelta a mi creatividad, independientemente de las condiciones, y todo ello gracias a que dispongo de una mochila llena de luz».