La fotógrafa británica de retratos Bella Kotak canaliza mediante la fotografía sus pasiones florales y de cuento de hadas creando imágenes que transportan al espectador a otro mundo. Hace poco transformó, sirviéndose del Profoto A1, el flash de estudio más pequeño del mundo, un jardín botánico en su estudio para realizar una serie de retratos de una princesa de cuento de hadas.
Durante su infancia en Kenia, Bella reconoció muy pronto el poder de captar para siempre momentos únicos de una forma real y tangible. “La vida puede cambiar de rumbo en un instante. Nada sigue igual”, dice. “La fotografía es una de las formas que tienen las personas de expresarse, ya sea captando momentos o creándolos”.
Después seis años desarrollando su arte, desde hace dos la fotografía se ha convertido en su profesión a tiempo completo. Hoy está enamorada de las posibilidades ilimitadas de la fotografía. “Hay tantas formas de expresarse a través de este medio”, afirma. “También me encanta la forma en que puede captar un momento en el tiempo y ser una válvula de escape para la expresión creativa”.
Describe su estilo actual como floral. “En mi trabajo siempre han estado presentes las flores de un modo u otro; ya en mis comienzos, me sentí atraída por ellas sin ni siquiera darme cuenta”, explica. “Mi amor por las imágenes florales, los cuentos de hadas y la primavera se han convertido, en gran medida, en el eje central actual de mis obras”.
Preferencia por una luz suave y difusa
Antes, cuando fotografiaba bodas y eventos, Bella solía utilizar el flash de la cámara; pero, es algo que ya no hace en su obra actual. “La luz es demasiado intensa; yo prefiero que sea suave y difusa”, explica. “No tan desmesurada”.
Así que, cuando nos acercamos a ella para preguntarle si quería probar el Profoto A1, se sintió cautivada por las posibilidades.
“Soy una gran fan de los flashes Profoto, así que, siempre que me han comentado que están trabajando en un producto nuevo, he tenido mucha ilusión por participar, salir de mi zona de confort y volver a disfrutar como la primera vez que cogí una cámara”, afirma.
“Se decía que el A1 era el flash de estudio más pequeño del mundo, y tenía curiosidad por ver si estaba a la altura de lo que prometía; qué sorpresas me reservaba este flash tan pequeño”.
Bella ya tenía pensado un lugar: Waterperry Gardens, en Oxfordshire. “Lo descubrí a principios de verano y supe que quería crear algo muy especial en él”, explica. “Al fin y al cabo, no se trataba de otra cosa que de juntar todas las piezas que sabía que compondrían una escena espectacular”.
Bella explica que quería crear imágenes que transmitieran dramatismo y resultaran evocadoras en el relato que sugirieran. “En aquel momento me apetecía captar reinas, mujeres fuertes y seguras de su poder. Es una verdadera fuente de inspiración para mis creaciones y, para estas imágenes, recurrí a Jodi Lakin, una modelo con la que me encanta trabajar y que, además, es amiga mía”.
La luz natural llevada a otro nivel
Bella se siente muy cómoda trabajando con luz natural, pero indica que también tiene sus inconvenientes. “No siempre se puede obtener la calidad de iluminación exacta que podría elevar dicha imagen a otro nivel”, afirma. “Con la luz natural hay que ser rápida, intuitiva y creativa para aprovechar al máximo lo que se tiene.
“Pero con el A1 agradecí de veras la posibilidad de tener un poco más de control, así como la capacidad de poder manipular la luz. Ese aspecto adicional me ayuda a realzar la calidad de la obra y llevarla a otro nivel”.
Bella utilizó dos flashes A1 para esta imagen. Uno se montaba normalmente en la cámara y a veces se utilizaba para disparar el segundo A1, que se combinaba con el Dome Diffuser o el Soft Bounce del A1. “Quería que la luz fuera suave y realzara la iluminación natural con la que estaba trabajando”, explica. “Mi compañero tenía el segundo A1 montado sobre un soporte, sosteniéndolo en alto y moviéndolo ligeramente hasta que yo obtenía la calidad de luz suave y envolvente que pretendía”.
Una combinación perfecta con la iluminación natural
Bella comenta que la primera escena entre las flores resume muy bien por qué tenía tanto sentido el uso del A1. “Vi que un rayo de luz pasaba por entre los árboles del fondo. Encendimos un pequeño bote de humo para realzar esa luz. Pero la escena no tenía la magia que quería por sí misma, mientras Jodi estaba en la sombra. En la vida real, podía verla claramente, pero muchas veces la cámara no consigue igualar el rango dinámico de la realidad”.
La solución de Bella consistió en utilizar el A1 a media potencia para iluminar a Jodi, sirviéndose de los modificadores de soft bounce y del difusor. La luz se colocó en un soporte para flash y se sujetaba justo encima del encuadre. Ella mantenía un flash sobre la cámara y lo utilizaba como control air remote para la iluminación principal.
“La suave difusión de la luz también iluminaba las flores y el humo del fondo”, explica. “Suponía una transición perfecta con la luz natural del entorno. Nos impresionó la suavidad con la que se combinaba todo”.
Volver a recuperar la magia
En la siguiente ubicación, Bella tuvo que enfrentarse a muchas sombras. “La calidad de la luz no era la que necesitábamos para realzar la escena y la ropa”, explica. “Se perdía la magia que buscábamos”.
Por suerte, con los dos A1 montados en soportes para flash, Bella consiguió devolverle la magia a la imagen. “Utilizamos el segundo flash como luz de fondo, oculto en la parte superior izquierda del encuadre. Daba mucha separación en el encuadre y hacía que el follaje destacara de verdad”.
La activación de los dos flashes mediante un air remote le permitió a Bella controlar los ajustes de potencia desde la propia cámara. “Mantuvimos el flash principal en modo TTL a fin de que no cambiara la intensidad de la luz relativa a su cara, con independencia de lo que nos acercáramos o nos alejáramos, para asegurarnos de que creábamos un efecto de disminución perfecto. La combinación de los dos produjo un espectacular resultado de cuento de hadas”.
Creación de una atmósfera oscura
La tercera configuración, basada en lo que Bella había hecho en las dos anteriores, fue la más dinámica. “Nos aprovechamos de la versatilidad del TTL para utilizarlo como relleno”, explica. “En primer lugar, fotografiamos la escena y mantuvimos los ajustes de la cámara lo suficiente para permitir que la luz entrara de forma tenue desde la escena. Se mantuvo un tono oscuro; el flash principal, combinado con la adición de humo, hizo que destacara el modelo.
“Lo mejor de todo era que, con esta configuración, la modelo recorría la escena y nuestro asistente seguía sus pasos. Incluso con la variación de distancia entre ellos, y con una potencia variable, el TTL permitía que los encuadres encajaran perfectamente. No nos perdimos una imagen, manteniendo los mismos modificadores en todas las configuraciones”.
Bella afirma que, en líneas generales, el A1 elevó su creatividad hasta nuevos niveles e hizo que fuera más consciente de las posibilidades de manipular la luz para obtener una fotografía. “Fue una gozada tener la oportunidad de captar una imagen desde un ángulo que seguramente no habría funcionado si me hubiese limitado a la luz natural. Aunque podría haber trabajado con la luz natural de la que disponía, las imágenes que conseguí crear con el A1 desde distintos ángulos y perspectivas acabaron siendo de mis favoritas. Fue como si hubiera configurado la escena en un estudio”.
Bella añade que la iluminación puede convertir una imagen buena en una excelente. “Contar con estas herramientas me ayuda, sin lugar a dudas, a llevar mi obra a nuevos niveles. Sentí que podía acceder a todo un mundo nuevo de posibilidades sin verme limitada por la luz natural”.
“Yo no describiría el A1 como un flash de velocidad”
Bella dice que la belleza y naturalidad de la luz superó sus expectativas y que lleva el A1 a todas sus sesiones fotográficas.
“Siempre que necesito potenciar la luz, recurro a ellos. No han tardado en convertirse en uno de los elementos básicos de mi equipo fotográfico. El diseño es muy intuitivo, sobre todo si no has utilizado nunca los flashes. Podría elegirlos y empezar a utilizarlos desde el primer momento”.
“Yo ni siquiera definiría el A1 como un flash de velocidad, hasta he empezado a incorporarlo en algunas de las configuraciones en las que busco una atmósfera de estudio”.