El estilo característico de la fotógrafa de bodas Vanessa Joy es un ambiente ligero y etéreo que expresa vitalidad y energía. Recientemente ha descubierto que, con el Profoto A1, puede llevar ese aspecto etéreo y natural a dónde quiera que vaya e incluso crear una hora dorada a mediodía, convirtiendo el mundo en su estudio.
“Mi estilo consiste en aportar a mis clientes este ambiente natural; para ello, necesito un flash externo o un flash integrado que rebote sobre algún objeto”, comentó.
Cuando nos acercamos a Vanessa y le preguntamos si quería probar un nuevo producto bajo el lema “El mundo es mi estudio” con el Profoto A1 (el flash de estudio más pequeño del mundo), se mostró entusiasmada porque ya había utilizado un Profoto B1 y un Profoto B2, así como diferentes flashes integrados de otras empresas, y sentía curiosidad por la manera en que funcionaría el nuevo concepto de Profoto.
Eligió dos flashes Profoto A1 junto con un flash para bodas y los llevó a un granero que estaba segura que le plantearía algunos desafíos inmediatos. “Habitualmente, en este granero se genera una tonalidad muy extraña de color rojo debido al suelo de ladrillos, pero el uso del flash A1 me permitió equilibrar los tonos de piel y pareció como si la sesión fotográfica entera se hubiera capturado con luz natural”, afirmó.
Además, la boda se celebró a mediodía, por lo que tuvo que proveerse de su propia luz de hora dorada para capturar una imagen del novio y la novia enmarcada por un arco. “Simplemente, acoplé un filtro de gel magnético a la parte superior del Profoto A1 para crear esta bonita luz resplandeciente”, explicó.
A continuación, colocó a su asistente, que estaba sujetando el flash A1, directamente detrás de la pareja. “Para capturar la imagen tan solo tuve que encender mi cámara, establecer la exposición y ajustar el flash A1 en el modo TTL. He conseguido una imagen en la que parece que el sol se estuviera poniendo en el día de la boda. No me llevó apenas tiempo, lo que fue algo estupendo, porque no tenía mucho tiempo”.
Luz mágica con dos flashes A1 en un sistema de iluminación
Cuando el sol descendía durante la recepción, Vanessa decidió probar si el flash A1 iba a funcionar igual de bien con una configuración de iluminación más complicada, con los recién casados posando sobre un puente. “Me pregunté a mí misma cómo podía utilizar todas las divertidas herramientas que tenía a mi disposición”, explicó. “Quería que la toma tuviera un aspecto mágico, por lo que iluminé a la pareja con un filtro de gel de color naranja montado sobre el flash B2; de este modo, cuando corrigiera el color, todo se volvería de un tono más azul”.
Después de configurar el Profoto B1 y el Profoto B2 con un OCF Beauty Dish White con difusor, también quería iluminar varias áreas de la foto que dos flashes más grandes no podían alcanzar. Por lo tanto, después de acoplar los filtros de gel a los flashes A1, Vanessa los ocultó en un seto y sobre el tronco de un árbol para crear la imagen que había concebido. A continuación, utilizó un Profoto Air Remote para controlar todos los flashes. “La capacidad del Profoto A1 de comunicarse con mis otros flashes externos de Profoto es realmente potente, y fue muy fácil de configurar”.
Nunca te pierdas una imagen
Para Vanessa, la ventaja de contar con baterías de litio es enorme. “¡Así puedo utilizarlo todo el día! Y ya no tengo que cargar un motón de pilas AA”.
Vanessa afirma que, aparte de su practicidad, la potencia y el rápido tiempo de recarga de la batería le permiten minimizar la tensión y la carga de trabajo. Esto le ayuda a proporcionar una mejor experiencia a sus clientes porque sabe que nunca se perderá una imagen debido a un fallo del flash. “No tener que preocuparme por mi equipo significa que puedo centrarme en la creatividad e interactuar con los invitados de una manera fluida y sin complicaciones”, comentó. “Si estuviera frustrada o tuviera dificultades, la sesión fotográfica sufriría las consecuencias”.
El hecho de que el Profoto A1 sea un flash portátil y ligero también le permite llevarlo de un lugar a otro de la recepción con facilidad. “Si la abuela se encuentra en la otra habitación y el cliente quiere una foto suya, tan solo tengo que ir allí y hacérsela”.
En resumen, Vanessa opina que “el Profoto A1 representa un punto de inflexión para los fotógrafos de luz natural que deseen crear un ambiente ligero y etéreo a dónde quiera que vayan. Por esta razón, este flash convierte el mundo en mi estudio”.