En primer plano es una serie de artículos sobre fotógrafos prometedores que están a punto de dejar su huella en el mundo. En este tercer y último artículo con Pauline Darley, la fotógrafa de moda y belleza ofrece 8 consejos para los jóvenes que desean dedicarse profesionalmente a la fotografía.
Empecé a trabajar en la fotografía siendo joven: tenía 20 años cuando me hice fotógrafa profesional y he aprendido mucho en estos 7 años. He pensado mucho sobre los consejos que me gustaría dar a cualquiera que aspire a hacerse fotógrafo profesional.
Trabaja, trabaja y trabaja
Para mí, el trabajo duro es la clave. A menudo, ser fotógrafo significa trabajar como freelance. Tenemos mucha suerte de poder organizar nuestras propias sesiones fotográficas, así que intenta ser creativo. Cuando yo empezaba, hacía fotos cada día y las editaba esa misma noche. Llevo años trabajando así y creo que esto me ha ayudado mucho a progresar. Probaba diferentes iluminaciones, diferentes composiciones y diferentes ambientes para encontrar mi estilo. Creo que nunca debes conformarte con lo que estás haciendo ahora; aunque funcione, siempre debes pensar en crecer y mejorar. Por lo tanto, mi consejo es que, siempre que tengas unos días libres, organices unas sesiones de fotos.
Trabaja con otros
La negociación de contratos, la gestión de encargos, etc., no son habilidades innatas, especialmente cuando se trata de un sistema administrativo complicado. No tengas miedo de pagar a alguien para que gestione todo eso por ti (te ahorrará mucho estrés) y aprende de otros fotógrafos. Pídeles consejos y ayuda. Es importante crear una buena red de contactos: buenos amigos y un buen equipo de confianza. Para mí, el secreto de una buena sesión fotográfica es un buen equipo.
Sé organizado.
Esto es algo esencial para mí. Gestiona los correos electrónicos, los archivos, los discos duros y las sesiones fotográficas. Son muchas cosas para mencionarlas todas aquí, pero tienes que ser organizado para progresar.
Haz lo que quieras hacer
No sé si realmente existe un “truco” para ser un fotógrafo de éxito. Para mí, el truco es hacer siempre lo que quiero hacer. Fotografío una gran variedad de sujetos, algunos naturales, otros más extravagantes. En el estudio o en exteriores. Retratos, moda, belleza, ¡me gusta todo! Y nunca he querido decidirme por una sola cosa. Necesito probarlo todo. Hago lo que quiero hacer en cada momento. Los clientes pedirán determinadas cosas y quizás el destino juegue un papel en mi trayectoria profesional, pero ahora ya no pienso en eso. Un consejo que siempre doy es que debes gustarte a ti mismo por encima de todo lo demás. No hagas fotos para otras personas, hazlas para ti.
Las crisis
Para mí hay dos: la primera es cuando la confianza en ti mismo disminuye. Casi nunca nos gusta nuestro propio trabajo; esto le ocurre a todo el mundo y es algo sin importancia. Lo mejor que puedes hacer es ponerte retos, exigirte siempre el máximo. No pienses demasiado las cosas, mejor actúa. La segunda crisis es cuando hay pocos encargos; en algunas épocas del año puede que haya menos trabajo del que querrías (durante las vacaciones, etc.), pero aprovecha ese tiempo para ti, para escapar y pensar en ideas para sesiones fotográficas.
Aprende a escapar
Debes saber cuándo parar y tomarte un descanso para poder recargar pilas y encontrar, o volver a descubrir, la inspiración. Es muy importante, pero es cierto que es difícil cuando trabajas como freelance.
Prueba cosas nuevas
De este modo, aprenderás a conocerte y podrás progresar. Prueba nuevas iluminaciones, composiciones y ambientes diferentes. Sal de tu zona de confort y observa qué ocurre. Puede que sea un completo desastre o puede que te lleves una sorpresa. Tienes que probarlo para saberlo. Aprende lo básico y luego ponlo en práctica. Paso a paso. Y no olvides nunca que puedes fallar, tienes que permitirte cometer errores.
Sé tú mismo
No es estúpido pensar que tienes que cambiar para progresar en la vida. Quiero decir que, al principio, era consciente de que soy una fotógrafa muy reservada, una persona introvertida, así es como soy. No podía cambiarlo, así que me convencí y trabajé mis puntos fuertes para poder adaptar mi personalidad al trabajo.