Michael Anthony está acostumbrado a los retos que plantean ciertas situaciones de iluminación al fotografiar retratos en exteriores, puesto que lo hace habitualmente. Nos comenta que se hizo adepto a Profoto por primera vez cuando se presentó el Profoto B1 Off-Camera Flash.
Por entonces había disponibles otros flashes alimentados por batería pero, según Michael, el B1 de Profoto fue el primer flash portátil de un tamaño manejable que era lo suficientemente potente, fácil de dominar y fiable sistemáticamente para cubrir sus necesidades al fotografiar en exteriores. El hecho de contar con menos botones en comparación con las unidades de flash alimentadas por batería de otros fabricantes suponía un extra. Además, poder integrarlo con la familia Profoto tampoco iba nada mal.
Como fotógrafo de retratos, Michael cree firmemente en la necesidad de conectar visualmente (e incluso emocionalmente) con el sujeto, puesto que cada vez que rompes tu concentración para comprobar la luz disponible te arriesgas a perderte el que podría ser el mejor momento de la sesión. Básicamente, cuanto más confías en tu equipo menos debes interactuar con él, lo que te deja más tiempo para conectar con los sujetos y conseguir un mayor número de fotografías que valgan la pena entre las que pueda elegir el cliente.
“Una de las cosas que me encantan de Profoto y que siempre me ha atraído de sus productos es su facilidad de uso. Adoro la función para pasar del modo TTL al manual. Nos permite concentrarnos en la sesión mucho más rápido que antes a la vez que utilizamos otros equipos y, además, nos permite mantener la coherencia porque podemos bloquear la exposición en un ajuste manual sin tener que andar trasteando con un montón de botones diferentes en la parte posterior de los flashes. Por lo tanto, podemos interactuar con nuestros clientes en lugar de estar manipulando el equipo, lo que contribuye a expresar ese elemento narrativo que se encuentra en todas nuestras imágenes”.
Michael también es un adepto en lo concerniente a la iluminación en estudio, así que a menudo mezcla componentes de sus compactos de estudio Profoto D2 TTL con componentes de sus kits de iluminación en exteriores Profoto B1X TTL, Profoto B2 y Profoto A1 TTL a fin de iluminar al sujeto de modo exactamente igual a como ve la imagen final en su cabeza. Mezclar y combinar componentes de iluminación puede ser arriesgado.
Aunque no es así con los productos de iluminación de Profoto, que se comunican entre ellos de modo fluido sin poner en peligro la integridad del rendimiento de ninguno de los componentes del sistema mayor. Michael a menudo aprovecha esta característica al planear esquemas de iluminación.
Para comprender mejor el proceso mental y de trabajo de Michael al fotografiar retratos dentro y fuera del estudio, estuvimos allí cuando fotografió a los clientes Leo y Jeremy en su sesión de compromiso, durante los retratos más formales en el estudio y en la sesión para capturar las imágenes de su boda.
La primera parte del encargo fue un retrato de compromiso a la moda. La ubicación era Vasquez Rocks, un parque de unas 377 hectáreas situado al norte del condado de Los Angeles, conocido por sus asombrosas formaciones rocosas, sus paisajes con relieve y, si hay suerte, sus espectaculares formaciones nubosas.
El atrezo principal eran una motocicleta y un vestido carmesí con una increíblemente larga cola. Las frecuentes rachas de viento les obligaron a trabajar rápida y diligentemente. En cuanto los pliegues del vestido estaban en su lugar, debían disparar una rápida sucesión de exposiciones antes de que los vientos arreciaran y echaran a perder sus esfuerzos.
La iluminación principal era un flash Profoto B1X equipado con una cámara Profoto OCF Softbox 2x3’ a la derecha y frente al sujeto, lo que proyectaba una luz suave y uniforme sobre la pareja. Además, Michael utilizó un Profoto B1X con una cámara OCF Magnum Reflector a la izquierda y detrás del sujeto para realzar un halo de luz en el cabello de ella así como la textura de su vestido. El resultado no puede ser más intenso y espectacular sin necesidad de recurrir a la edición posterior de las fotografías ni al procesamiento de imágenes extremados.
La segunda parte de la sesión consistía en retratos formales contra un fondo en un escenario de estudio bajo condiciones de iluminación controladas. Para esta parte del proyecto, Michael utilizó un Profoto B1X junto con un Profoto RFi Softbox Octa 5’ como flash principal y un Profoto B1X con un grid. Su Profoto Air Remote TTL-F activó los flashes sin ninguna complicación.
La tercera sesión llevó al equipo de Michael a El Matador Beach, situado en la costa del Pacífico al norte de Los Angeles. Para iluminar a los novios frente a lo que esperaban que se convirtiera en un espectacular atardecer, Michael llevó su Profoto B1X Location Kit y un par de Profoto A1.
La ubicación, que exigía una caminata de unos 20 minutos por arena y rocas, hizo que el peso ligero y la facilidad de transporte de estos pequeños pero potentes flashes fueran atributos bienvenidos que les permitieron sacar un trio de retratos espectaculares y visualmente dinámicos en exteriores y en estudio.
“No me guío por las circunstancias”
“No me guío por las circunstancias”, comenta Michael. Prosigue: “Poder obtener un rendimiento constante y fiable de un flash es fantástico. Tener este nivel de fiabilidad de una familia de sistemas de flash para estudio y exteriores que se comunican de modo fluido entre ellos y comparten muchos de los mismos modificadores de luz es más que fantástico.” Estos son los motivos por los que Michael confía en Profoto para todas sus necesidades de iluminación.
Para obtener más información sobre el trabajo de Michael Anthony, visita su sitio web y sus páginas de Instagram.