A principios de primavera, Profoto envió a Joe McNally en una misión para exprimir al máximo todo el sistema de Profoto, con el nuevo Profoto Connect Pro como protagonista. No podría ser una producción de McNally si no explotase al máximo las capacidades tanto del equipo como del personal, y los tres días fuera de Nueva York se convirtieron en un drama técnico y creativo. Un sinfín de ensayos, pruebas y recolocación de los flashes y modelos hasta que todo estuvo a punto. El resultado, en forma de una impresionante escena misteriosa, nació de un esfuerzo colaborativo de planificación, experimentación, creatividad, equipo y paciencia, a lo que se sumó el medio siglo de saber hacer del señor Joe McNally.
Configuración dramática
Se necesitaron dos días para la configuración. El día de la sesión, modelos y personal se encontraron en este baile lento en el que se probaron poses y posiciones durante horas. En algún lugar al fondo está Joe, dirigiendo todo con voz tranquila, pero firme. La cámara, en el trípode, con el nuevo Profoto Connect Pro anclado a su zapata. Este pequeño artilugio en el que se puede confiar no solo demostraría ser el facilitador de esta sesión extraordinariamente compleja, sino que dejaría claro a todo el equipo que hay un nuevo remoto en la ciudad.
Joe no es un hombre que se conforme con menos de lo que pretende conseguir. Para este encargo, tuvo acceso a una amplia gama de equipos, flashes y modificadores de luz de Profoto, y su intención era sacarles el jugo al máximo. En una esquina de la escena hay una gran chimenea que llama la atención de Joe. Dos horas más tarde, tres luces diferentes se dirigen hacia ella. Perfecto. Seguimos.
Elimina los tiempos de inactividad, maximiza la creatividad
Ahora lo realmente imprescindible en la combinación es el Profoto Connect Pro, que permite controlar cada uno de los innumerables flashes de la sala, desde el Profoto 11 y el B10X al A10 e incluso el C1 Plus. Todo perfectamente sincronizado en más grupos y canales de los que probablemente haya podido soportar cualquier remoto en la historia del equipo de fotografía, con la opción además de HSS y TTL. En todo el sistema. El Connect Pro cumple su cometido sin esfuerzo y Joe puede dirigir todo desde detrás de la cámara. El disparador mágico y fiable recibe el calificativo de «Las llaves del reino» y no cabe duda de que libera parte de la energía y el tiempo que requeriría ajustar los flashes individuales, por lo que permite centrar el trabajo colectivo en lo que verdaderamente importa: la creatividad.
«Quería crear una escena de misterio clásica propia de la época de Gatsby», reconoce McNally. «Hubo una gran planificación, probamos distintos efectos y acabamos utilizando más flashes en la escena de los que puedo contar, todos con un propósito muy concreto. Y la historia, un astuto ladrón en la mezcla que quería exponer. Peluquería, maquillaje, vestuario, emoción y nervios combinados en una coctelera durante tres días. Cuando trabajas de forma compleja, necesitas algo que dirija todo lo demás. Con el Connect Pro en la zapata de la cámara, podía permanecer en un lugar y ajustar los valores de cada zona de la fotografía en tiempo real», continúa.
La cámara como elemento esencial, la luz como arte
McNally cuenta lo básicas que eran estas herramientas en sus inicios hace años, como «sofisticados mandos para abrir la puerta del garaje». La cantidad de luz efectiva que podían producir era limitada y tenías que ir de un lado a otro para comprobar cada flash. Ahora, gracias al Connect Pro, puede centrarse en la creatividad sin preocuparse de que los flashes disparen.
McNally añade: «Esta profesión se basa en la confianza y, con una herramienta así, puedo enfrentarme a cualquier situación con confianza. Sé que va a funcionar».
Es evidente que a McNally le importa mucho el aspecto narrativo de la fotografía. Cuando ilumina una escena, piensa en ella como si fuera el inicio de una conversación: añadir o quitar luz manda mensajes potentes. La luz dirige al espectador a lo que es importante y a lo que no. Y viendo el resultado final de la sesión, la atención al detalle ha creado una intriga genuina. Joe explica: «La cámara es esencial, es la herramienta que utilizamos, pero la luz... entra en el terreno del arte».
Pero lo que quizá resulte más interesante cuando McNally habla sobre la fotografía es lo importante que es el instinto para él. Se podría pensar que un tipo así da máxima prioridad a todos los ángulos técnicos, los f-stops, las velocidades de obturación y las proporciones de iluminación. Sin embargo, él hace hincapié en la intuición. Cómo debes sentir la luz y trabajar a partir de ahí.
Todo esto está muy bien, pero el instinto, la creatividad y el sentimiento son grandes herramientas que se liberan cuando puedes controlar lo que haces. McNally coincide y concluye:
« Los pequeños detalles importan. El Profoto Connect Pro es definitivamente uno de ellos».