Camilla es una de las fotógrafas de moda y belleza más solicitadas del mundo. Con tan solo hojear las páginas de los pesos pesados de la moda, como Vogue, Porter y Harpers Bazaar, encontrarás alguna imagen de Camilla Åkrans.
Camilla, fotógrafa habitual de marcas internacionales como Hermes, Jil Sander y Missoni, ha trabajado con personas tan conocidas como Zoe Kravitz, Nicole Kidman y Julianne Moore, creando un espectacular cuerpo de trabajo que se ha expuesto por todo el mundo.
Descubriendo la fotografía
Si Camilla hubiera seguido su camino inicial, probablemente nada hubiera sido igual. «Al principio quería ser artista, pero cuando comencé a solicitar plaza en diferentes universidades, descubrí que había algo llamado "diseñador gráfico" y me matriculé en la escuela de arte para hacerlo».
Sin embargo, no tardó mucho en toparse con la fotografía. «Durante el curso, me animaron a hacer prácticas para aprender todos los aspectos de la profesión y pensaba que saber fotografía podría ser útil para trabajar en una agencia cuando me graduara». Por suerte, Camilla tenía una amiga que conocía a una fotógrafa y consiguió unas prácticas. «Comencé a trabajar para ella y... ya nunca lo dejé».
«Mi iniciación en la fotografía no se debe a que tuviera una cámara en casa. Lo que de verdad me atrajo fue el amor por la imagen y las fotografías en general. Entonces, cuando empecé a entender el potencial de lo que una cámara puede conseguir y la magia del cuarto oscuro, donde podía revelar los negativos y crear mis propias copias, fue cuando me enganché».
Trabajando como asistente
Camilla pasó sus primeros años como asistente: «Los fotógrafos suelen ser reacios a tener a mujeres como asistentes por el trabajo físico que implica. Tienes que llevar el equipo, montarlo, desmontarlo... y así sucesivamente. Pero no hay mejor forma de conocer la industria y todos los aspectos del oficio. Es una exposición valiosa a todo tipo de problemas de iluminación, retos y escenarios que pueden darse en una sesión. Y esto te ayuda a estar mejor preparada para enfrentarte a ellos después: es aprender con la práctica».
Trabajar como asistente permitió a Camilla convertirse en fotógrafa por derecho propio. «Estaba muy implicada y era persistente. Me arriesgué. Por ejemplo, me fui a Nueva York por mi cuenta para buscar a alguien que me representara. Es necesario trabajar mucho para conseguir tu primer encargo y, cuando llega, es incluso más complicado aprovecharlo al máximo. Hoy en día, el mundo es totalmente diferente: gracias a las revistas en línea y a Instagram, es más fácil para los fotógrafos más jóvenes mostrar su trabajo y que alguien los descubra, lo que está muy bien».
Buscando su voz
«En esa época, me inspiraba en grandes fotógrafas, como la francesa Sarah Moon y las americanas Sally Mann y Louise Dahl-Wolfe. Especialmente en Louise. Sus imágenes me parecían extremadamente románticas y poéticas en la forma en que celebran la figura femenina». Más allá de estas grandes fotógrafas, Camilla comenzó a encontrar su inspiración en otros lugares.
Camilla se inspira a menudo en cosas menos tangibles, como un estado de ánimo o una emoción. «Intento captar un sentimiento, como un primer amor, un primer beso o la primera sensación de un verano sueco. Supongo que, por eso, en la medida de lo posible, las imágenes que creo siempre incluyen una sensación de naturaleza o de algo orgánico que, en cierto modo, les da vida».
Por supuesto, el hecho de ser sueca también influye en su trabajo. «Me gusta que las cosas sean relativamente sencillas y naturales, sin demasiados artificios, especialmente en el caso de la luz que modelo para mis imágenes».
La luz de Camilla
«Dondequiera que esté fotografiando, ya sea en Nueva York, en Los Ángeles o en cualquier parte del mundo, siempre intento recrear lo que transmite la luz de Suecia. Es limpia, clara y nítida y, con Profoto, puedo recrear esa calidad única de la luz en cualquier lugar».
El mejor ejemplo de ello lo observamos en la sesión que Camilla realizó hace poco con un flash emblemático de Profoto: el Profoto Pro-11. «Soy sueca, al igual que Profoto, y siempre utilizo sus productos, por lo que me atrajo la idea de crear una sesión que conmemorara la tradición sueca. De esta forma, podía combinar elementos de la naturaleza, el diseño, el romance y, por supuesto, la luz única de Suecia que me acompaña a todas partes. Fue muy divertido».
A continuación, puedes ver lo que hay dentro de la bolsa de Camilla, más humana aún con la adición de las flores.